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El 15M trajo consigo una aparente regeneración de la política, que se ha manifestado con la aparición de nuevos partidos y un aumento de los jóvenes en puestos de poder. Sin embargo, cabe plantearse si esta regeneración incluye también un cambio en la masculinización de la política y un avance hacia una representación paritaria en las instituciones.

Según los datos del INE, es cierto que la participación de las mujeres en el panorama político a nivel estatal ha incrementado en los últimos años. Sin embargo, la política continúa siendo, según la experta Capitolina Díaz, un ámbito masculinizado “La afiliación a los partidos políticos es mayor de hombres que de mujeres, la afiliación a los sindicatos es mayor de hombres que de mujeres y los dirigentes de los partidos políticos son hombres: en todos los casos el número uno es hombre, en algunos, el número dos puede ser una mujer”, ejemplifica Díaz. Además, la experta señala que nunca ha habido una presidenta del Gobierno, ni del Senado, y que ha habido más presidentes que presidentas de las Cortes.

Elaboración propia

 

Como explica la periodista y política Lola Bañón, el problema se basa en que aunque numéricamente la mujer está cada vez más presente, sigue estando poco representada en los altos cargos de decisión: “La mujer todavía no está insertada de forma masiva en las estructuras de poder”, afirma la periodista y política. 

Los motivos de esta masculinización son, según Díaz, “razones de tipo general que explican la discriminación de género”. El hecho de que en nuestras sociedades haya una división sexual del trabajo que implique que la mujer sea la única que se ocupe del espacio y los cuidados es, como apunta la experta "la base de la mayor parte de las discriminaciones". En este caso, la dedicación que requieren para las mujeres estas tareas suponen una carencia de tiempo libre para dedicarlo a la vida política.

Por otra parte, las mujeres que sí ocupan cargos de gran responsabilidad son a su vez las que favorecen e impulsan la participación de más mujeres en la política. En este sentido, Díaz destaca un incremento en los últimos años de figuras femeninas como líderes políticas en las grandes capitales: “Tenemos alcaldesa por primera vez en Barcelona. En Madrid vamos por la segunda alcaldesa”, explica. Señala además la importancia de que estas figuras estén también al frente en la política nacional, y señala el caso de dos “mujeres de un peso enorme" en el Partido Popular Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal.

Elaboración propia

¿Avances?

A pesar de todo esto, la política es uno de los ámbitos en los que más ha avanzado la mujer en España. "Hay más mujeres en el Parlamento que en las empresas”, señala la periodista María Vega. Comparadas con otros países, en España las cifras son especialmente buenas: aunque en la Unión Europea, el 27% de los parlamentos nacionales están ocupados por mujeres, en España, el porcentaje de representación femenina, si bien nunca ha superado el 50%, sí se ha acercado a esta cifra en los últimos años. Díaz coincide en que la situación de las mujeres a nivel parlamentario es de las más favorables en el mundo, gracias a las listas cremalleras: “Esto ha hecho variar enormemente el número de mujeres en los partidos del Parlamento, en los Ayuntamientos y en los Parlamentos Regionales”.

 

Las jóvenes políticas, un camino por la igualdad

Respecto al papel que juegan las jóvenes políticas para acabar con esta masculinización, Díaz propone varias medidas. En primer lugar, señala que deberían instaurarse “pautas rigurosas de igualadad” en todos los partidos: “El 40 o 50%, deberían exigir en todas las actividades el partido. Es decir, si el líder es el hombre, la dos tendría que ser una mujer, al margen de que encuentren a otro con más calidad. Si hay cinco en una mesa, al menos dos tendrían que ser mujeres. Si hay un comité que tenga siete, al menos tres tienen que ser mujeres”, explica. Además de esta paridad,  la experta en género señala que es necesario “exigir horarios compatibles” con la vida privada y personal: “ Y eso se hace exigiendo que las reuniones de los partidos se hagan a esas horas, no llevando a tu nene colgado de la teta un día al Parlamento”, sentencia Díaz, que remarca la importancia  de "hacer políticas de igualdad en lugar de hacer políticas de gestos". 

La académica apunta una tercera medida: que en todas las políticas llevadas a cabo se tuvieran en cuenta a las mujeres: “No hay ningún aspecto de la política en el que se pueda no pensar en como afecta a las mujeres: la idea de género tiene que ser transversal a todas las políticas. Yo creo que si las militantes de los partidos se empeñaran en imponer eso, las cosas podrían mejorar”. Sin embargo, la socióloga es consciente de que “las luchas de poder en los partidos son extraordinarias”, por lo que intentar tratar cuestiones de género en lugar de pelear por tener más parcialidad en el poder les puede costar el no tener éxito. Y entonces a lo mejor se lo piensan”, sentencia. 

Además, incide en que pequeñas medidas como la inclusión de una guardería en el Congreso, también son favorables: “Es una medida que no tendría porqué servir a las mujeres, tendría que servir a las madres y a los padres, pero sabemos que ellas son las que cuidan”, dice. 

¿Qué piensan ellas? 

Respecto a las políticas entrevistadas, María Bernal no percibe la política como un ámbito masculinizado: “Las mujeres y los hombres realmente aquí estamos en igualdad, tenemos las mismas oportunidades”. Para ejemplificar esto, señala que la líder de su partido, Isabel Bonig, y dos de sus tres portavoces adjuntas son mujeres. “Estamos bastante representadas en lo que es el Parlamento valenciano, no estamos 50/50 que es en muchos casos lo que se reclama, o que fueran más mujeres de porcentaje que hombres, pero nosotros aquí realmente estamos en igualdad”. Bernal afirma que “Se nos trata muy bien. Se nos trata a todos por igual.  Da igual que seas hombre o mujer, aquí todos somos iguales y trabajamos igual desde aquí por lo menos para el Partido Popular el mérito y la capacidad, que es es lo que al final te hace llegar donde estás y es lo que se valora. Nosotros pensamos en las personas, no pensamos en si es hombre o mujer”, apunta.

La visión de las dos entrevistadas de Podem es, sin embargo, distinta. Por un lado, Mínguez apunta que la política es un ámbito claramente masculinizado, algo que se observa en la manera de hacer política: “Con formas de actuar de compañeros o compañeras, formas en un debate político, forma de expresarte”. Así, la diputada señala, coincidiendo con su compañera, Bañón, que aunque la paridad es importante y siempre se intenta desde su agrupación, la masculinización también se observa en “la forma de hacer política que tienes. Y hay mujeres que están al frente de la política, incluso lo he vivido con compañeras, y tienen una forma de ser muy masculinizada. Y cuando digo esto no me refiero físicamente sino a la manera de gestionar. Cuando te hablo de cuidados te hablo de trabajo en equipo, hablo de hacer que la gente se sienta bien, hablo de formar parte de un equipo y creértelo, eso son cuidados. Y eso es proteger y cuidar a las personas y eso tenemos que hacerlas mujeres y tienen que hacerlo los hombres. No va tanto con el sexo de una persona”. Considera que este es un aspecto en el que se necesitan tomar medidas para acabar con la masculinización de la política.

Nuestros periodistas y expertos opinan

Capitolina Díaz, experta en género: Entrevista completa

Lola Bañón, periodista y política: Entrevista completa

Sandra Mínguez, matemática, profesora y política: Entrevista completa

María Bernal, política: Entrevista completa

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