"Hay un conflicto generacional brutal que no quiere ver el poder político ni ningún poder"
- Alba Cobos Medina
- 13 jun 2017
- 8 Min. de lectura

Sergi Pitarch, periodista del Levante EMV y ex presidente de la Unió de Periodistes, nos da su visión sobre el papel que juegan los políticos jóvenes en el panorama valenciano y sobre qué se hace desde las instituciones para llegar a este sector de la población.
Sergi Pitarch. Fuente: Valencia Plaza
P: ¿Cuál es el papel que han tenido los jóvenes políticos en la política valenciana? ¿Ha cambiado en los últimos años?
R: Yo sinceramente tengo una visión un poco pesimista respecto a los jóvenes en la política, sobretodo en los lugares de influencia de la política valenciana. En los años ochenta, cuando salimos de la dictadura, una nueva generación de 25 a 40 años tomaron las riendas del país, también del País Valencià. Debo recordar que Joan Lerma fue presidente de la Generalitat con 33 años. Todo el impulso que tenía esa generación tan joven en los años 80 ahora no la tiene, pero no porque la gente joven no tenga ese impulso, sino porque hay una generación tapón encima que no deja promocionar a esa gente. Y lo vivimos en la política valenciana: vivimos en una gerontocracia, o una gerontopolítica. Tenemos un presidente de la Generalitat que ronda los 60 años, un alcalde de Valencia que está en 70 años. Los liderazgos empresariales, por ejemplo, son gente muy veterana. En las Consellerias sí que es cierto que hay una bajada más de edad, pero todos son mayores de 40 años.
Entonces, sí que hay generaciones jóvenes en algunos lugares de relevancia: Fran Ferri, el portavoz de Compromís, y poco más. Es verdad que en este grupo hay bastante gente joven, y en Podemos también. Podríamos hablar también lo que es Podemos y lo que fue en su principio: esa efervescencia de la gente joven que no acaba de llegar.
Pero no sé tienen en cuenta las reivindicaciones de la gente joven en las políticas que se hacen. Estamos caminando hacia una sociedad cada vez más preocupada por los problemas de la gente mayor. Si tú pones en la balanza lo que se invierte por parte del Estado o la autonomía en políticas para mayores, para pensiones, sanidad... es infinitamente superior a las políticas que se están haciendo para jóvenes, para la fuga de talento al extranjero, y para la desocupación de este sector. No olvidemos que estamos en un 50% de paro. Entonces yo creo que los jóvenes en la política padecen una generación tapón que no los deja progresar y no están en la situación más boyante.
P: ¿Tratan los políticos de acercarse a los jóvenes y escuchar sus demandas?
R: Ellos dicen que escuchan, pero no las escuchan, no se hacen políticas para los jóvenes. Recientemente, el Gobierno ha aprobado unas ayudas para la vivienda para los menores de 35 años. Es el mismo planteamiento que se hizo a partir del año 2000, que era dar dinero a los jóvenes para pagar la mitad del alquiler, para hipotecarse. Pero hoy en día, los jóvenes, los menores de 20 o 35 años no están en las mismas condiciones que estaban en principios del 2000 ni respecto a los salarios, ni respecto a nada. Hoy en día estamos hablando de escenarios de 800 euros o de 600, el que cobra, el que está trabajando. Por no hablar de los que están investigando. Desconocen totalmente cuáles son las reivindicaciones de los jóvenes. La política es una mezcla entre clases altas, bajas, medias, gente grande, joven, mujeres, hombres... es un mezcla de todo, porque la sociedad es plural. Pero no pasa. Los que están en poderes de decisión son gente mayor de 50 años, y sus reivindicaciones, sus preocupaciones, que son mirar hacia la jubilación, y no mirar hacia abajo, y eso es un problema.
P: ¿Qué supuso el 15M para la política valenciana?
R: Yo creo que el 15M supuso mucho. Se hizo semanas antes de las elecciones de 2011, y aunque aquí no dio la vuelta al panorama electoral, sí que permitió que en aquel momento una fuerza emergente como era Compromís, entrara con fuerza en el Ayuntamiento de Valencia y Les Corts, y se consolidara. Y sobre todo, que un discurso que reivindicaba el 15M se consolidara en la izquierda valenciana. Es verdad que había una minoría antes que ya reivindicaba que ya reivindicaba más financiamiento, que ya luchaba contra la corrupción, contra la manipulación de Canal 9... Pero yo creo que sirvió para movilizar sobretodo a gente que estaba totalmente desmovilizada después de 20 años de políticas del Partido Popular. Yo creo que sí tuvo influencia, sobre todo para agitar el espectro de la izquierda. No fue el cambio decisivo, que se dio en 2015, pero fue el primer encendido de mecha para lo que pasaría después.
P: ¿Cuál crees que es el papel de los jóvenes dentro de los partidos como Joves Socialistes o Nuevas Generaciones?
R: Yo creo que como siempre, se acaban mimetizando con lo que es el partido y acaban apoyando al aparato. Está pasando con los jóvenes socialistas con Susana Díaz, pasa en Nuevas Generaciones con Bonig, pero incluso pasa en Joves de Compromís. Al final, esas facciones de jóvenes de treinta años en los años 80, en aquella época tuvieron la suerte de que venían de la Transición y se quería romper con todo eso. Ahora, en lo que alguien ha bautizado como una segunda transición, no está pasando esto. Esa generación tapón continúa taponando el acceso de las generaciones de 30 y 40 para abajo. ¿Cuál es el papel que tienen? Justificar. Ellos no tienen ningún atractivo para la gente que no está en política. Trabajan con un discurso de vieja política, no movilizan a la gente joven, y sobre todo acaban acatando el discurso oficialista del partido. Y te digo todos, ha pasado ahora, lo que a mí me ha llamado la atención, el apoyo mayoritario de los Jóvenes Socialistas a Susana Díaz; el apoyo mayoritario de los jóvenes del Partido Popular a Isabel Bonig; o el apoyo de Joves de Compromís, que es una organización mucho más nueva, y junto a Podemos, la que más jóvenes tiene en puestos de relevancia.
Pero estos lugares de relevancia están dentro de los partidos, pero no dentro de los lugares institucionales. Y después, cuando se negociaron las cosas de verdad, continúan negociando los de la generación de 45 para arriba.
"El papel de las juventudes es justificar. No tienen ningún atractivo para la gente joven y acaban acatando el discurso oficialista del partido"
P: ¿Entonces, crees que estos grupos de jóvenes dentro de los Partidos tienen futuro?
R: Ellos creen que tienen futuro asumiendo unas tareas. Futuro posiblemente sí, pero lo que yo creo que lo que no tienen es atractivo. No se están legislando los problemas de los jóvenes. Sí que hay un discurso buenista sobre los expatriados, el paro juvenil... Pero en realidad las medidas de veras, y los planes con dinero para acabar con estas situaciones, no hay. Los planes que se hacen, como AVALEM Joves, que ha hecho la Comisionaría de Economía, es dinero europeo.
Pero, ¿políticas como tal? La que han hecho de Vivienda en el Gobierno Central, es una medida totalmente trasnochada. No sé a quién habrán preguntado, pero yo no creo que hayan preguntado a los menores de 30 o 35 años, porque hoy en día, los alquileres en Valencia, Madrid o Barcelona te pueden costar mil euros, y si te pagan hasta 600 euros y ganas 600; es muy absurdo. Habría que evitar que estos alquileres subieran o promover se hicieran viviendas sociales para que la alquile la gente joven, igual que se hace con las familias con discapacitados. Pero es que no se tienen en cuenta las reivindicaciones: los jóvenes no deciden sobre su futuro. Es un cambio de matiz importante.
P: Según los estudios, los jóvenes, aunque se interesan cada vez más por la política, muestran una desconfianza hacia los Partidos Políticos, ¿a qué crees que se debe eso?
R: Yo creo que es porque les han traicionado y porque no se sienten identificados, ¿por que el índice de votantes de gente joven como Podem, Compromís, las Mareas o En Comú Podem es tan alto? Porque evidentemente, no les servían los instrumentos que habían antes. Quiero decir, tú miras el CIS, miras el espectro ideológico y el Partido Popular y el PSOE, las poblaciones de edad son mayores de 55 años. En cambio, el apoyo que se hace de Podemos, aunque tienen candidatos mayores, como Ribó en Valencia o Carmena en Madrid, es de gente mucho más joven.
Lo que pasa, que eso tampoco se dice mucho, es que España es una sociedad envejecida, y conforme envejezca más, será más conservadora, porque no hay gente joven, y eso es un problema, porque se acabarán haciendo políticas para las mayorías, y las mayorías no son los menores de 30 años, ni son los ninis. Los Ninis no le importan a nadie, ¿dónde están las políticas para los Ninis? ¿Para la gente que ni estudia ni trabaja? ¿Qué hacemos con esa gente entre 18 y 30 años? No hay planes. Y eso es muy grave porque una persona de entre 18 y 30 años que ni estudia ni trabaja es un suicido para hasta los 65 años. Y eso es muy mal negocio, y nadie está pensando en ellos, ¿por qué? Porque esa gente tampoco está en los partidos, tampoco tiene representación.
P: ¿Qué crees que haría falta hacer para que los jóvenes se sintieran más representados en la política?
R: Evidentemente, que tuvieran más voz. Yo creo que sin ninguna duda. Y después, que los jóvenes que estuvieran los representaran. La generación de la transición: ahí sí que molaban. Molaba la generación de Joan Lerma y todos los consellers, que por cierto, siguen siéndolo ahora con 60. Eso es para hacérselo mirar. Les respeto mucho intelectual y profesionalmente, pero es para hacérselo mirar. Y es un hecho objetivo: mucha gente que estuvo en el Gobierno y que era joven en los años 80 sigue ahora mismo en las instituciones.
Y también pasó con le conflicto de Canal 9: hay un conflicto generacional brutal que no quiere ver ni el poder político ni ningún poder. Nadie quiere ver esa ruptura generacional. Y este conflicto lo están perdiendo los jóvenes en todas las áreas: en el área empresarial, política, en todos los campos de la sociedad. Y vamos hacia ahí, hacia una sociedad cada vez más envejecida, sobretodo en España, por la falta de natalidad, y conforme avance esa sociedad, el país se hará más conservador. Y eso la izquierda no está sabiendo interpretarlo correctamente, ni está dando el valor que tendría que dar a los jóvenes.
P: ¿Qué crees que políticos como Sandra Gómez o Fran Ferri están aportando a la política valenciana?
R: Me has dicho dos que posiblemente sean los únicos ejemplos de jóvenes que tienen un lugar de responsabilidad. Eso aporta frescura y aporta más caras jóvenes, pero al final son muy pocos para acabar condicionando la política de su partido, al final acaban cayendo como rehenes de la propia dirección, como los jóvenes socialistas. Pero bueno, creo que son dos figuras que ya han dicho mucho y tendrán mucho que decir. Son dos casos, y pueden haber seis o siete en todo el País Valencià de menos de 30 años.
P: ¿Crees que partidos emergentes tienen una mayor representación de jóvenes y que esta representación se ve reflejada a la hora de hacer política?
R: Quiero decir que sí. Independientemente de los errores que yo pueda interpretar que haya tenido Podemos a la hora de ejecutar la política, es verdad que como movimiento ha sido una irrupción de esa ruptura generacional: Irene Montero, Pablo Iglesias, aquí Sandra Mínguez en Valencia. Esto quiere decir que ha habido una irrupción de gente joven que entraba un poco en ese descontento del bipartidismo y que se ha sumado a los partidos emergentes.
Creo que en su caso hay más preocupación por los temas de los jóvenes, pero al final acaban también en la dinámica de la política española en la que acaban hablando de Cataluña, de temas que no le interesan a nadie. No de un plan para el trabajo de los jóvenes, están hablando de problemas que interesan a los partidos mayoritarios.
Comments