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"No podemos entender la política como se entendía hace diez años"

  • Alba
  • 16 jun 2017
  • 5 Min. de lectura

Águeda Micó. Fuente: Propia

La actual coportavoz de Compromís y Secretaria del BLOC, Águeda Micó, es es licenciada en Derecho y en Ciencias Políticas y de la Administración y actualmente imparte clases en la Universitat de València. La académica y política nos habla de la presencia de la gente joven en la política española y valenciana, y los cambios que ha percibido en este sentido en los últimos años.

 

P: ¿Cuál es el papel que tienen los jóvenes políticos valencianos? ¿Ha cambiado en los últimos años?

R: El papel ha cambiado, ha cambiado todo en política. No podemos entender la política como se entendía hace diez años. Ha habido una pequeña revolución: la crisis económica ha comportado una crisis de sistema. La política se ha abierto mucho y la gente joven ha entrado con fuerza. Yo creo que siempre ha pasado. Remontándonos a hace cuarenta años, cuando comenzó la democracia: era una democracia joven. Felipe González fue presidente muy joven, Zapatero también. Muchos de los presidentes que hemos tenido en España y en el País Valencià tampoco han sido muy mayores, por lo que tampoco era muy raro encontrarse a políticos jóvenes, pero ahora es mucho más fácil. Los políticos eran personas de más de cincuenta años con traje y corbata, personas fuera de nuestro ámbito de la normalidad. Ese tipo de político ya no existe tanto como antes. Cada vez te encuentras a menos políticos con corbata.

Al final, lo que ha ocurrido con el tema generacional es que ya no es un factor determinante, y antes sí lo era: ser más joven o más mayor era sinónimo de tener responsabilidades o cargos de responsabilidad. Ahora estamos todos al mismo nivel y encuentras en muchos partidos políticos y gobiernos gente joven y gente mayor compartiendo responsabilidades.

Vicent Marzà es conseller: ahora tiene 36 años, pero entró con 33. Pablo Iglesias o Albert Rivera, dos líderes de partidos estatales, son personas que tienen 38 o 39 años. Y en el caso de Compromís, Fran Ferri, el síndico, es una persona bastante joven. Yo, como secretaria general del BLOC tengo 38 años, y en Iniciativa hay liderazgos muy potentes como Alberto Ibáñez, secretario autonómico del área de Igualdad y Políticas inclusivas, que tiene 24 años y lo está haciendo muy bien. Esto también se pudo ver en las primarias de Podemos para elegir a su nuevo secretario general: Antonio Estañ tiene 28 o 29 años y su equipo está formado por gente joven y será el nuevo secretario de Podemos. Incluso en la pugna en el PSOE entre Susana y Pedro, ambos están alrededor de los cuarenta años, no son mayores. En el Partido Popular está Soraya Sáenz de Santamaría, tampoco lo es.

Lo bueno es que se ha roto esa barrera generacional, y ahora no es que sea un plus ser joven, pero tampoco es algo que esté mal visto. Por tanto, el tema generacional ahora mismo no es determinante para estar en política, para liderar un partido político, un grupo parlamentario o un gobierno.

P: ¿Que crees que aportan estos jóvenes liderazgos en la política valenciana como es el caso de Fran Ferri o Sandra Gómez?

R: Aportan frescura, porque al final también el hecho de no haber participado de la política cuando la política se desarrollaba mayoritariamente en temas más tradicionales de red, de clientelismo político, de compraventa de voluntades… Yo creo que lo que aportan es frescura y el entender la política como una cuestión más normal, mas abierta. Esto no quiere decir que sea una cuestión de edad, porque también hay gente mayor que entiende la política así. Pero sí que es verdad que al final la cultura política es algo que se aprende conforme vas viviéndola. Y si tú eres persona que has estado veinte años gobernando un determinado país o un ayuntamiento de determinada manera, al final lo aprendes y es tu manera de entender el mundo, la que a ti te han enseñado políticamente hablando.

La gente que no tenemos esa cultura política tradicional aprobamos nuevas cosas, y eso está bien porque es una una posibilidad de intentar retornar la política a la ciudadanía. Porque uno de los principales problemas del sistema actual político es la desafección ciudadana: la gente no cree en la política ni cree en los políticos. Y esto es porque evidentemente todos los casos de corrupción o de clientelismo hacen que la gente lo vea como algo más lejano.

Así que no es ya porque sean jóvenes, sino porque no tienen la mochila de haber participado en la vieja política, la que hace que todo pueda surgir con mas naturalidad y que los cambios, necesarios, que era muy precisos que pasaran en el País Valencià, se estén produciendo. Y ese tipo de liderazgos como el de Ferri, Sandra o Marzà son muy positivos.

P: Aunque en general los jóvenes se interesan por la política, los estudios revelan que muestran una desconfianza hacia los partidos, ¿Por qué crees que esto sucede

R: Porque la política es muy rancia muchas veces. ¿Cómo vas a confiar en que se pueden cambiar las cosas si ha habido una crisis económica brutal y lo que han hecho los dirigentes de ese momento, en lugar de ponerse de lado de las personas e intentar salvaguardar a la mayoría, han aprovechado para que una minoría salga muy beneficiada y que los ricos desde la crisis del 2008 sean cada vez más ricos, y no se hayan tenido en cuenta los índices de pobreza que tiene la mayoría de la sociedad?

Porque al final es la política, sobre todo la política neoliberal del Partido Popular, que ha tenido el visto bueno del partido socialista en muchas cosas que ha hecho. Aquí nos podríamos meter en la crisis europea y mundial de la socialdemocracia: la crisis de los partidos tradicionales de izquierdas o socialdemócratas como el partido socialista francés o griego, circunstancias que han hecho que partidos como Compromís, Podemos, y otros en diferentes partes del mundo emerjan. O la política empieza a dar soluciones a la mayoría; es decir, a las clases bajas y medias, que somos la mayoría de la gente; o continuará siendo un problema.

Yo creo que ese es el camino para recuperar la confianza de al gente. En el caso de Compromís, realizamos una encuesta recientemente y observamos que tenemos una mayoría de votantes en dos franjas de edad: de 16 a 25 y de 25 a 35. Aunque se trata de una foto fija de un momento concreto, es una variable a tener en cuenta.

Pero además con diferencia, somos la fuerza en el País Valencià que más apoyo tiene de la gente joven. Y esto es muy sintomático. Es muy sintomático que el PSPV y el Partido Popular pierdan fuelle en este tipo de gente, porque al final la gente joven es la que menos miedo tiene de intentar buscar alternativas a la vieja política. No pasa tanto con la gente mas mayor, porque venimos de una cultura política dictatorial: la gente que está entre los 60 y 70 años es gente que se ha criado en la dictadura, que no podía participar, en el País Valencià no podía si quiera hablar su lengua. Esta gente era muy sumisa y con 40 años de cultura democrática no han hecho todavía el cambio. El cambio lo está haciendo la gente más joven. Eso también es más importante tenerlo en cuenta.

Y al final acabamos hablando de nuevo de la mochila: la mochila que llevan los políticos de la vieja política pero la mochila que tiene también la gente más mayor a los cambios, porque al final también ese chantaje emocional que se hace a veces. Todo eso a la gente mayor le acaba afectando, más que a la gente joven.

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